sábado, 10 de septiembre de 2011

Suelos Salinos y Plantaciones Forestales

La salinidad del suelo aparece cuando hay un exceso de sales solubles o un exceso de sodio intercambiable o en algunos casos la combinación de los dos. Esto origina una presión osmótica alta en la solución del suelo, dificultando la absorción de agua y nutrientes necesarios para el normal crecimiento y procesos metabólicos de los árboles. Aunque la salinidad puede ser causada por diversos iones como el sodio, magnesio, potasio, sulfato. Cloruro, carbono, bicarbonato, nitrato y boro, los más importantes son los aniones de cloruro y los cationes de sodio. (Nuñez, 2010)
Factores que favorezcan suelos salinos. Existen 4 factores que favorecen la formación de suelos salinos: 1) el clima con altos niveles de evaporación; 2) Una fuente de agua; 3) Una fuente de sales; y 4) Un problema con drenaje de suelos. Esta clase de suelos está asociada a zonas de clima árido o semi árido donde las precipitaciones anuales son < 1500 mm y la evapotranspiración es alta. Allí se presenta una constante evaporación del agua que por acción capilar sube a la superficie del suelo  como una mecha de una lámpara dejando las sales acumuladas. Si no hay buen drenaje, como en zonas compactadas por efecto de la ganadería, no se puede lavar las sales del suelo y cuando éstas suben hasta altos niveles, hay problemas con los cultivos. También, si el nivel freático está muy cerca de la superficie, de 1 a 1.5 metros, por acción capilar el agua asciende y trae sales a la superficie hacia la zona con mayor concentración de raíces secundarias limitando el anclaje y crecimiento radicular de los árboles en plantaciones forestales. Suelos salinos varían de un lugar a otro su salinidad y muchas veces hay sectores pequeños con mucho problemas con sales y otros con menos.

Efectos de la salinidad sobre las plantas. El efecto más común de la salinidad sobre las plantas es la reducción del desarrollo debido a: una disminución del potencial osmótico del medio y, en consecuencia del potencial hídrico del suelo; una toxicidad específica, normalmente asociada con la absorción excesiva de Na+ y de Cl-; crea un desequilibrio nutricional debido a la interferencia de los iones salinos con los nutrientes esenciales; y la combinación de los efectos antes indicados. Como consecuencia de estos efectos primarios, a menudo ocurren otros efectos secundarios, como el daño oxidativo (Zhu, 2001). En el caso de cultivos forestales de largo plazo, se puede ver afectada la producción y rentabilidad por muerte paulatina de los individuos.

Uno de los primeros resultados que revelaron desequilibrios nutricionales en las plantas, como consecuencia de la presencia de los iones salinos, se alcanzaron en estudios de nutrición del Ca2+, comprobándose que la absorción de Ca2+ depende de la relación Na+/Ca2+ (LaHaye y Epstein, 1971). Numerosos estudios muestran que la concentración de K+ en la planta, disminuye al aumentar la salinidad o la relación Na+/Ca2+ en el medio (Okusanaya y Ungar, 1984; Cramer y col, 1985; Janzen y Chang, 1987; Subbarao y col, 1990).Sin embargo, la disminución de la relación Na+/Ca2+ por adición de Ca2+ a la solución nutritiva si recupera eficazmente los niveles de K+ intracelular, aumentando la tolerancia de la planta a la salinidad (Cramer y col, 1987; Liu y Zhu, 1997)

Árboles tolerantes a suelos salinos. La selección de especies debe realizarse  teniendo en cuenta el modelo simple de producción forestal (PF: Esp+Sitio+Manejo), las cuales implican el desarrollo de progenies de la especie, las exigencias ambientales de las mismas (Ecofisiológicas) y prácticas  de manejo necesarias que demanda estos suelos  para mantener cultivos económicamente rentables. De acuerdo a publicaciones, reportes y ensayos, las especies más aptas para programas de reforestación comercial y restauración del paisaje son: Acacia auriculiformis A. Cunn. ex Benth, Acacia auriculiformis A. Cunn. ex Benth, Acacia farnesian, Albizia lebbeck (L.) Benth, Anacardium occidentale L, Azadirachta indica A.H.L. Juss, Casuarina equisetifolia Forst. & Forst, Ceiba pentandra (L.) Gaertn, Ceratonia siliqua L, Cordia gerascanthus (L), Eucalyptus camaldulensis Dehnh. (procedencias del Norte), Gmelina arborea Roxb, Jacaranda copaia (Aubl.) D. Don, Leucaena leucocephala (Lam) de Wit. (tipo Salvador), Melaleuca leucadendron (L.) L, Ochroma pyramidale (Cav. ex Lamb.) Urban, Parkinsonia aculeata (L), Sterculia apetala (Jacq.) H. Karste, Tabebuia chrysantha (Jacq.) Nicholson, Tabebuia rosea (Bertol.) DC y Tectona grandis L.f. (Vallejo, 2008)
Sin embargo en Brasil desde la época de los años 90 vienen desarrollando un programa de mejoramiento genético con ensayos de procedencias de diferentes especies de Eucaliptus que han generado como resultado razas e híbridos adaptadas a zonas secas, semiáridas y tolerantes a suelos salinos, dentro de las cuales se destacan: E. brassiana, E. camaldulensis, E. crebra, E. exserta, E. tereticornis, E. tessalaris y los híbridos E. tereticornis X E. camandulensis, E. grandis X E. camandulensis y E. tereticornis X E. brasiana (RR Agroflorestal, 2008)
En la costa atlántica Colombiana, se adelantan proyectos de reforestación comercial en los montes de María con G. arbórea, E. tereticornis, híbridos de E. tereticornis X E. camandulensis ensayos de procedencias con E urophylla y los híbridos E. tereticornis X E. brasiana y E. grandis X E. camandulensis.
Recuperación de suelos salinos. Para la recuperación y utilización de suelos salinos se puede recurrir a la combinación de métodos físicos, biológicos y químicos que permitan una acción integral de la adecuación del terreno para el establecimiento de cultivos perennes o agrícolas. En ocasiones son difíciles de recuperar debido a su baja permeabilidad, porque debe suministrarse una fuente enorme de Ca y las reacciones son lentas. El problema de permeabilidad se presenta generalmente en los primeros centímetros del suelo y reduce la cantidad de agua almacenada, mientras que la salinidad reduce la disponibilidad de dicha reserva (IPNI, 2004).


Estas limitaciones se corrigen mediante prácticas químicas como el uso de Enmiendas o correctores y Mezcla de agua o cambio de la fuente de agua para riego. También por prácticas físicas para incrementar la infiltración, como realizar drenajes periféricos y prácticas agrícolas profundas (Arado y subsolado profundo > 1 m. Del mismo modo, por prácticas orgánicas para aumentar la capacidad de complejo de intercambio catiónicos que algunos ácidos orgánicos tienen al reaccionar con el calcio inmóvil en el suelo y éstos liberan el catión de calcio, el cual será cambiado en el complejo de cambio por el catión de sodio. En éste caso se recomienda Incorporar materia orgánica compostada, Aplicación de biosólidos compostados y Abonos verdes genéticamente mejorados (Nathan, 2004)

De las prácticas anteriores, la más importante es el uso de enmiendas. Esta consiste en la incorporación al suelo directamente o a través del agua de productos químicos que aumenten el Ca y Mg, de forma tal de mejorar la relación del Na con el Ca y Mg. Se emplean para proporcionar Ca o modificar la reacción del suelo, contribuyendo a desalojar el Na del complejo de cambio, convirtiéndolas en sales fáciles de lavar. Las emmiendas en estos casos son las siguientes: a) Compuestos poco solubles: calcáreos; b) Ácidos o formadores de ácidos: azufre, ácido sulfúrico, sulfato de hierro, polisulfuro de calcio, sulfato de aluminio; c) Sales más o menos solubles de Ca: yeso y cloruro de calcio.  De las enmiendas más utilizadas el YESO proporciona directamente el Ca, en cambio el ácido sulfúrico y el azufre, disuelven el Ca a partir del carbonato de Ca en el suelo o reduce el bicarbonato en el agua (IPNI, 2004)
Cantidad de enmiendas a emplear. En base al conocimiento de la Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) y del Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI), se puede determinar la cantidad de la enmienda a emplear. El cálculo dependerá del cultivo, su resistencia a la salinidad y profundidad de la raíz. Se calcula generalmente para una profundidad  entre 15 y 30 cm en cultivos agrícolas, mientras en forestales hasta 40 cm. Se supone un reemplazo del 100%. Las reacciones entre un mejorador y el sodio de intercambio es de equilibrio y por lo tanto nunca es completa, será más completa cuando mayor sea el PSI y CIC (Nathan, 2004)